viernes, 3 de septiembre de 2010

16 de Julio de 2007...

Quisiera estar ahí y agarrarte fuerte la mano,
que tus arrugas se mezclen con mi piel,
darte el calor de mis abrazos.

Una parte de mí viaja a tu lado,
te acaricia la frente,
y te roza las manos.

Esas manos que por años fueron mi sostén,
me cambiaron los pañales
y me hicieron aprender

Esas manos a las que un día
se les dio por temblar,
por empezar a dudar...

El tiempo marcó tu vida, y la de tus más cercanos,
el tiempo fue creando heridas,
y ella te las fue sanando

Nunca dejó de amarte, nunca te abandonó,
jamás pensó en tenerte lejos,
ella sufrió con vos.

Eso es amor, incondicional y eterno,
ante cualquier adversidad
y contra el paso del tiempo.

Su espalda se fue encorbando y sus manos ajando,
pero mil besos te regaló,
sin esperar nada a cambio.

Yo por mi parte te amé con ella,
acostumbrada a no tenerte como siempre,
y a ver tus ojos perdidos,
sin dejar rastro ni huella...

Anhelaba una palabra, un beso de tu boca. Callada.
Una mirada de tus ojos,
una de aquellas, desde el alma.

Pero transformabas todo en juego, en melodías apagadas,
eras un niño en pleno vuelo,
mientras tu flor se marchitaba.

Sin querer te desgastaste,
sin saberlo ni enterarte,
vos en tu mundo no lo sentías,
a nosotros en éste, se nos iba la vida.

Te amaré por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario